Cartelería digital vs. cartelería impresa. Ser o no ser
Si esa gran lámina con inscripciones o figuras que usamos para hacer llegar un mensaje a nuestros clientes, se mueve, estaremos aumentando su interés y, en consecuencia, su reacción ante el estímulo. La cartelería digital es, por tanto, un nuevo medio de comunicación visual que hasta puede generar una interacción, algo impensable en los ’90, cuando la publicidad impresa era la reina de los espacios publicitarios.
Sin menospreciar a esta última, sino aprovechando su evolución, ahora las pantallas digitales conectadas a un software ↗ que les aporte inteligencia, permiten optimizar el contenido, el tiempo y, por supuesto, la inversión, fusionando los beneficios para clientes y anunciantes en un solo espacio.
Beneficios para anunciantes y clientes
En la cartelería digital, el contenido ↗ personalizado es el protagonista. La posibilidad de ofrecer un mensaje actualizado y adaptado al público en cada momento es una bondad que ni Hamlet hubiese soñado.
Ya no es necesario esperar a que se desmonte el papel para comenzar un nuevo discurso, o agotar el tiempo del contenido estático para ajustar el mensaje a la temporada. Si es digital, los buenos sistemas de cartelería permiten controlar la difusión de forma permanente, clara y acertada, por lo que las posibilidades de personalización son infinitas.
La gestión del tiempo es otra virtud de la cartelería digital. Llegar al cliente en tiempo real con un mensaje diseñado a su medida sería para el protagonista de Shakespeare un motivo de existencia. Para el cliente potencial, la espera en un emplazamiento puede llegar a ser más entretenida, porque en vez de ver un cartel impreso con un mensaje único, puede disfrutar de contenidos dinámicos y combinados con imágenes, vídeos, noticias y un sinfín de señales, que le harán más agradable su estancia.
Si el cliente está contento porque siente que no perdió su tiempo mirando la pantalla, nosotros también estaremos contentos. Si como anunciantes hemos sido capaces de influir en su interés sin atropellos ni invasiones, he aquí la razón de ser de la cartelería digital.
La inversión en cartelería digital
Por último y no menos importante, la inversión en cartelería digital será siempre rentable, porque si el tiempo es oro, el ahorro también lo es, sin discusión. Si en vez de imprimir miles de papeles que hay que pegar, mantener y despegar, usamos un solo software mediante el cual podemos programar de forma permanente miles de pantallas a la vez, nuestro bolsillo lo agradecerá, y el planeta también.
Una programación bien estructurada puede lograr efectos inmediatos en el interés del cliente potencial. Así las cosas, la cartelería digital es el medio perfecto para resolver cualquier dilema.